Un procesador de texto es un programa que permite la creación, el procesado y la edición de archivos de texto, como ya explicamos en nuestro post sobre qué es un procesador de textos.
Pero no todos son iguales. Hay dos tipos de procesador de texto diferentes.
Veámoslos.
¿Cuántos tipos de procesadores de texto existen?
La respuesta menos interesante es que existen tres tipos de procesadores de texto.
La respuesta más interesante es que un procesador de texto, como decíamos, sirve para escribir texto con formato. Es decir, además de las palabras en sí, además del texto, añadimos una capa más durante la escritura: el aspecto, la forma y el tipo de texto.
Según esta definición, un programa tipo bloc de notas que genera archivos .txt no es técnicamente un procesador de textos. Porque los archivos .txt no tienen formato.
El caso es que, cuando hablamos de dar formato a un texto, todos entendemos que se habla de negritas, cursivas, tipos de letra, tamaños, colores…
Pero, ¿cómo se da ese formato al texto?
De dos formas distintas, que son las que definen los tipos de procesadores de texto que existen.
Sí, hemos dicho que son tres tipos, no dos.
¿Por qué?
Porque existe el tipo A, el tipo B y el tipo híbrido que mezcla ambas.
Y, ¿cuáles son esos tipo A y tipo B?
Tipos de procesador de texto
Como hemos visto, el tipo de procesador de texto depende de la forma en la que damos formato a ese texto.
Según el enfoque que sigue el procesador para dar y visualizar ese formato, tendremos un tipo u otro.
¡No te asustes con las siglas! Te las vamos a explicar.
1. Procesadores de texto tipo WYSIWYG
El primer tipo de procesador de texto es también el primero en el tiempo, una evolución natural de las máquinas de escribir.
En ellos, la filosofía es que lo que ves, es lo que obtienes.
De ahí su nombre: WYSIWYG – What You See Is What You Get – lo que ves es lo que obtienes.
Es decir, que lo que ves en pantalla es exactamente lo que verás si imprimes ese documento.
Por ejemplo, si utilizas un título tamaño 48 con un tipo de letra Times New Roman en negrita y un texto de tamaño 12 y tipo de letra Arial normal, eso será lo que veas al imprimir el documento.
El ejemplo más común de procesador WYSIWYG es Microsoft Word y todos los que derivaron de él.
Es un procesador en el que lo que ves en pantalla mientras escribes, es lo que imprimes.
Tienes que elegir todas las opciones del texto ANTES de empezar a escribir
PRO
- Más flexibles
- Se escribe más rápido en ellos
- Más fácil y cómodo editar y cambiar formato (sobre todo en textos grandes)
CON
- Curva de aprendizaje elevada
- Complejos de manejar
- Menos intuitivos
2. Procesadores de texto de tipo WYSIWYM
Cambiando de filosofía, este tipo de procesadores NO muestran en pantalla el resultado final.
De ahí su nombre: lo que ves es lo que quieres decir.
Del inglés What You See Is What You Mean – WYSIWYM.
Mediante distintas etiquetas, marcas en el texto (de ahí que muchas veces hablemos de lenguajes de marcado) las características de lo que estás escribiendo y después, en una fase posterior, decides cómo quieres que se imprima ese texto.
Por ejemplo, nosotros no estamos escribiendo este post tal y como lo ves tú ahora. Estamos utilizando un procesador de texto tipo WYSIWYM en el que escribimos los títulos con #, las negritas con ** y las cursivas con _.
Y al imprimir es cuando decimos: ponme en negrita esto, ponme estos tipos de letra en el cuerpo, estos otros en las cabeceras, estos…
Es un procesador en el que separamos lo que vemos de lo que imprimimos.
El escritor coloca sus textos de forma estructurada, indicando de qué tipo es cada bloque, y el procesador traducirá eso en un formato concreto durante la impresión
PRO
- Más flexibles
- Se escribe más rápido en ellos
- Más fácil y cómodo editar y cambiar formato (sobre todo en textos grandes)
CON
- Curva de aprendizaje elevada
- Complejos de manejar
- Menos intuitivos
Pros: mucho más flexibles, más rápido escribir, mucho más fácil editar y cambiar formatos
Contras: curva de aprendizaje elevada, más complicados de manejar, menos intuitivos
3. Procesadores de texto de tipo híbrido
Son pocos los ejemplos de este grupo, pero estando en una página web dedicada a Scrivener, no podemos irnos sin mencionar los procesadores de textos mixtos.
Una de sus características más importantes es que hacen una mezcla de las dos filosofías.
Por un lado, separan el documento final del contenido, con todas las ventajas que eso conlleva, y por otro te permiten gestionar de manera visual el aspecto del contenido que estás escribiendo sin acudir a lenguajes de marcado.
Scrivener, como decimos, es el mayor exponente de este tipo de procesadores de texto. Permite escribir en un formato cuasiterminado que, si quieres, puedes imprimir tal cuál aparece en pantalla o, lo más habitual, te permite modificar cualquier aspecto de formato del texto durante esa impresión.
Resumen y conclusión
Si necesitas ver el texto con un formato determinado, necesitas atacar los procesadores de tipo WYSIWYG, los que son como Word.
Si no te importa ver un texto distinto y lo que quieres es trabajar más rápido y poder controlar mejor cómo se imprimirá ese texto, entonces ataca los procesadores texto tipo WYSIWYM, como pueda ser Ulysses o Typora
Y si quieres lo mejor de ambos mundos, entonces quédate con Scrivener. Uno de los pocos procesadores de texto mixtos que hay y, con diferencia, el mejor de todos.