Para comprender bien la filosofía de trabajo de Scrivener, lo mejor es compararlo con otro tipo de procesadores de texto: Word, el más famoso.
Entender el funcionamiento completo de Scrivener no es un proceso sencillo (de ahí que exista este curso), pero enfrentándolo a algo tan conocido como Word (o Pages, Open Office o cualquier otro procesador sencillo), se puede vislumbrar la potencia que tiene Scrivener 3.
2.1 ¿Qué es un procesador de texto?
Aunque en la plataforma tienes un artículo muy detallado que explica qué son los procesadores, qué tipos hay, su historia, etc., hay una explicación muy sencilla que te ayudará a comprender esas diferencias. Si quieres leer la explicación completa, puedes hacerlo aquí:
Y es que un procesador de textos no es más que una máquina de escribir avanzada. Es decir, un programa que te proporciona una hoja en blanco, una serie de herramientas de formato y poco más. Abres, escribes, imprimes.
Lo que ves en la pantalla, es lo que verás en esa impresión, y las posibilidades que te ofrece son bastante limitadas.
Scrivener no. Scrivener es un gestor de contenido, es una herramienta que, además de procesar textos, te permite estructurar, controlar y hacer todo lo que necesitas para crear un libro de principio a fin. Lo que ves en la pantalla, no tiene por qué ser lo que veas en la impresión final. De hecho, esa impresión puede ser desde un PDF, hasta un ePub, pasando por cualquier otro tipo de archivo de texto. Con una letra, tamaño, color, disposición… diferente a la que has estado usando para escribir.
2.2 Diferencias entre un procesador de texto y Scrivener
La mejor forma de ilustrar estas diferencias y que comprendas la verdadera potencia que tiene Scrivener, es verlo en directo. Poniendo frente a frente a Word con Scrivener, para que veas por qué son programas tan diferentes: